La Armadura de Dios

La Armadura de Dios
Efesios 6.11-13 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.

domingo, 11 de marzo de 2012

Exclamaciones de los hombres y respuestas de Dios

Hola mis amados y amadas hermanas en Cristo Jesús. Dios les bendiga demaciado y la paz del Señor Jesucristo sea en cada corazón. Me regocijo en el Señor por la bendición de estar aquí en un nuevo estudio bíblico.

Esta vez veremos unas citas bíblicas que tienen que ver con las respuestas que el Señor nos da cuando nos hacemos cuestionamientos en nuestras vidas. Porque el Señor nos manda a no sentirnos afanados por nada. San Mateo 6.25-33
Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?

¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.Negrita
Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.


O muchas veces flaquea nuestra fe, pero Fiel es el Señor que tiene una respuesta para todo.

Tú dices: Es imposible. Dios te dice, San Lucas 18.27 El les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.


Tú dices: Tengo temor. Dios te dice: Isaías 44.8 No temáis, ni os amedrentéis…


Tú dices: ¿Quién podrá salvarme? Dios te dice, Isaías 43.1 Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.


Tú dices: Soy una oveja perdida, Dios te dice: San Juan 10.11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.

Tú dices: Estoy en tinieblas. Dios te dice: San Juan 12.46 Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.


Tú dices: No lo puedo lograr. Dios te dice: Repite conmigo, Filipenses 4.13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Tú dices: No me puedo perdonar. Dios te dice: 1 Juan 1.9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.


Tú dices: Nadie me consuela. Dios te dice: Isaías 51.12 Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de hombre, que es como heno?

Tú dices: No hay quién me ayude. Dios te dice: Isaías 50.9 He aquí que Jehová el Señor me ayudará; ¿quién hay que me condene? He aquí que todos ellos se envejecerán como ropa de vestir, serán comidos por la polilla.

Tú dices: Nada de lo que pido a Dios se cumple. Dios te dice: San Juan 15.7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.

Tú dices: No se que puerta abrir. Dios te dice: San Juan 10.9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.


Tú dices: Me siento cansado. Dios te dice: San Mateo 11.28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

Tú dices: Nadie me ama de verdad. Dios te dice: San Juan 3.16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.


Tú dices: ¿Quién podrá perdonar mis pecados? Dios te dice: Isaías 43.25 Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.

Tú dices: Mi familia está desamparada, que ¿Hago? Dios te dice: Isaías 41.17 Los afligidos y menesterosos buscan las aguas, y no las hay; seca está de sed su lengua; yo Jehová los oiré, yo el Dios de Israel no los desampararé.

Tú dices: No puedo ver la luz. Dios te dice: San Juan 8 .12 Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

Tú dices: Todos me condenan. Dios te dice: San Juan 3.17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

Tú dices: Tengo sed. Dios te dice: San Juan 4.14 mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.

Tú dices: No se qué camino tomar. Dios te dice: San Juan 14.6 Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Tú dices: No tengo amigos. Dios te dice: San Juan 15.14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.

Tú dices: No tengo paz. Dios te dice: San Juan 14.27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.


Tú dices: No se cómo suplir los gastos. Dios te dice: Filipenses 4.19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.

Tú dices: Tengo temor a las fuerzas del enemigo. Dios te dice: 2 Timoteo 1.7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.


Tú dices: No tengo mucha sabiduría. Dios te dice: Santiago 1.5-6 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.


Tú te preguntas: ¿Quién me enseñará a donde debo ir? Dios te responde: Isaías 48.17 Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir.


Tú te preguntas: ¿Quién hizo la tierra? Dios te dice: Isaías 45.12 Yo hice la tierra, y creé sobre ella al hombre. Yo, mis manos, extendieron los cielos, y a todo su ejército mandé.


Tú dices: No tengo suficiente inteligencia. Dios te dice: 1 Corintios 1.27 Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte
que los hombres.


Tú dices: No tengo un hogar. Dios te dice: San Lucas 22.29-30 Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel.


Tú dices: Mis conocidos se olvidan de mí. Dios te dice: Isaías 49.15 ¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti.

Tú dices: Muchas veces me siento ansioso, triste y depresivo. Dios te dice: 1 Pedro 5.6-7 Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.

Tú dices: Nadie me sostiene. Dios te dice: Isaías 41.13 Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.

Tú dices: No tengo suficiente fe. Dios te dice: Romanos 12.3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.


Tú dices: Tengo hambre. Dios te dice: San Lucas 6.21 Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. San Juan 6.35 Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

Tú dices nadie me ama. Dios te dice: Proverbio 8.17 Yo amo a los que me aman,
Y me hallan los que temprano me buscan.

Tú te preguntas: ¿Quién es mi Dios? Dios te responde: Isaías 51.15 Porque yo Jehová, que agito el mar y hago rugir sus ondas, soy tu Dios, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos.


Hermanos y hermanas, como han podido leer, el Señor responde todo lo que tu corazón guarda. El tiene la respuesta para todo, solo debes acercarte a El, porque el te está llamando, Apocalipsis 3.20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Y debemos buscarle mientras puede ser hallado, Isaías 55.6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. y tu dices yo creo en Cristo pero ¿haces en realidad la voltuntad de Dios? ¿Moririas por la verdad de la Palabra? ¿Dejarías todo lo que tienes ahorita por amor al Señor?

Dios les bendiga amados hermanos, pongamonos firmes en oración, 1 Timoteo 2.8 Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda. y no dejemos perder la salvación por cosas de la vida que no son tan importantes como estar con el Señor Jesucristo, Apocalipsis 3.11 He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.

La paz del Señor Jesús sea en cada corazón.