La Armadura de Dios

La Armadura de Dios
Efesios 6.11-13 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.

jueves, 25 de noviembre de 2010

La Reconciliación

Hola mis queridos hermanos en Cristo, Dios les bendiga y llene de abundante paz sus vidas.

El tema que vamos a tratar hoy es sobre la reconciliación, pero no es una reconciliación cualquiera, es una reconciliación para con Dios. Primeramente debemos saber que reconciliarnos con Dios es
reconocer todo lo malo que hemos echo y proponernos a salir del círculo del resentimiento y del pecado por medio del perdón. Es reconocer nuestros errores y proponernos no pasar por el mismo mal camino dos veces, sino disponernos a reparar doblemente los daños producidos por nosotros mismos con la ayuda de Dios.

Primeramente debemos tener claro que todos debemos reconciliar con Dios porque todos nacemos bajo pecado
Salmo 51:5 "He aquí, en maldad he sido formado,Y en pecado me concibió mi madre." También reconocer que, Romanos 5.12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron."

Eso debemos tener claro. Ahora bien, Romanos 5.17 "Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia."

Sabemos que nacemos en pecado y que solo por medio de Jesucristo tenemos reconciliación con Dios. 2 Corintios 5.18 -21 “Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”

Palabra fiel es esta, Romanos 5.20 "...os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios."

Ese es el propósito de Dios en nuestras vidas que nos reconciliemos con ÉL por medio de su Hijo amado Jesucristo.

Y nos preguntamos, ¿antes de Cristo había reconciliación? Claro que la había pero una reconciliación que solo se aplicaba al pueblo judío, ¿Y como se hacía? la respuesta la leemos a continuación, Levítico 9.7 “Y dijo Moisés a Aarón: Acércate al altar, y haz tu expiación y tu holocausto, y haz la reconciliación por ti y por el pueblo; haz también la ofrenda del pueblo, y haz la reconciliación por ellos, como ha mandado Jehová.”

Levítico 16.6 “Y hará traer Aarón el becerro de la expiación que es suyo, y hará la reconciliación por sí y por su casa. “

Levítico 8.15 “y lo degolló; y Moisés tomó la sangre, y puso con su dedo sobre los cuernos del altar alrededor, y purificó el altar; y echó la demás sangre al pie del altar, y lo santificó para reconciliar sobre él."


Como podemos entender el tema de la reconciliación para los judíos en aquellos tiempos le competían a los sacerdotes quienes por medio de sacrificios de becerros y su sangre hacían una reconciliación que era acepta por Dios. Pero primeramente el sacedote debía hacer una expiación (pago o reparación de las culpas mediante la realización del sacrificio) por su propia culpa y por su casa antes que por el pueblo.

¿Que ocurre ahora?, ocurre que Cristo hizo un solo sacrificio en la cruz para que todos nos reconciliemos ante Dios por medio de El, pagando con su propia sangre el pago de la reconciliación de una vez por todas. Romanos 5.10-11 “Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.“

Y esto es importante porque como sabemos son dos pueblos distintos, los judíos quienes recibieron las ordenanzas, mandamientos, decretos y leyes directamente de Dios, y nosotros que eramos gentiles Efesios 2.12-13 "En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo."

Pero Cristo nos reconcilió a todos por medio de su sangre para quitar enemistades entre los dos pueblos y hacerlo un solo pueblo para Dios, Efesios 2.14-16 “Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. “

Y tu te preguntas, yo soy un mal hombre o mujer, he cometido pecados tras pecados, ¿Podrá Dios perdonarme y reconciliarme con El por medio de Jesucristo? La respuesta es claro que SI, Ezequiel 18:21-23 " Mas el impío, si se apartare de todos sus pecados que hizo, y guardare todos mis estatutos e hiciere según el derecho y la justicia, de cierto vivirá; no morirá. Todas las transgresiones que cometió, no le serán recordadas; en su justicia que hizo vivirá. ¿Quiero yo la muerte del impío? dice Jehová el Señor. ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos?

Pero no olvidemos, así como el Señor nos reconcilia por su amor ante Dios, también nosotros debemos perdonar y reconciliarnos con los que nos han echo mal y nos buscan para estar a cuentas, San Mateo 5.23-24 “Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.”

Porque debemos perdonarnos nuestras ofensas para que el Señor perdone las nuestras. San Mateo 6.14 "Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial..."

También alguien puede decir, yo era cristiano pero me alejé de Dios andando en malos caminos, pero quiero cambiar y volver a la vida en Cristo, ¿Aun puedo reconciliar para con Dios por medio de Jesucristo? La respuesta es SI.

Pero tales personas deben saber que si regresan con Cristo no pueden seguir en la misma vida de pecado que anduvieron por error. Porque el Señor es muy receloso con tales cosas y el sacrificio por nosotros fue una sola vez y no podemos jugar con Dios.

Galatas 4.8-9 "Ciertamente, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses; mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar?"

Galatas
5.1 "Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud."

Hebreos 10.26-27 "Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios."

Colosenses 1.21-23 “Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él; si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.”


Así que hermanos, Palabra fiel es esta, Romanos 5.20 "...os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios."

Y no olvidemos, Colosensese 1.17-20 " Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz."


Y este último versículo Colosenses 1.20 “y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.”

Nos da una esperanza y una dicha de que solo en el Señor nos reconciliamos día con día con El, no con sangre de animales como los antiguos judíos sino con una sangre preciosa, la de nuestro Señor Jesucristo que nos cubre y nos limpia siempre.

La paz del Señor Jesús sea en cada corazón. Y reciban ricas bendiciones de lo alto.