La Armadura de Dios

La Armadura de Dios
Efesios 6.11-13 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.

sábado, 25 de febrero de 2012

Padeciendo como cristianos

Hola mis amados y amadas hermanas en Cristo Jesús, Dios les bendiga y la paz del Altísimo Señor sea en sus vidas. Antes que nada quiero disculparme por tantos meses sin escribir en el blog, pero a veces los afanes de la vida llegan y nos sentimos imposibilitados para realizar la hermosa labor para el Señor, también quiero disculparme con las personas que me han pedido que realice estudios bíblicos sobre algunos temas que aun no he publicado pero si les diré que con la ayuda del Señor los estaré publicando en las próximas semanas. A todos y a todas les deseo también un hermoso año 2012, que sea un año para perfeccionarnos en santidad para el Señor y para los que aun no quieren llegar a los pies del Señor les exhorto, ahora es el tiempo, ahora es el momento.


Como primer tema de este año, estudiaremos Padeciendo como cristianos, porque es algo que dentro de la vida cristiana nos llega en todo momento, y es necesario que así sea, 1 Pedro 1.6 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, pero que nos dice el Señor Jesús: 1 Pedro 4.12-19 Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese,
sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.
Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado.
Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno;
pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello.
Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?
Y:
Si el justo con dificultad se salva,
¿En dónde aparecerá el impío y el pecador?
De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien.

Amén hermanos, no debemos sorprendernos, porque si vivimos en el mundo tendremos pruebas, padecimientos y aflicciones, Eclesiastés 1.14 Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu, y no es mejor padecer esas cosas en Cristo y si luchamos con valentia obtener como premio la vida eterna?. Yo considero que si. Nuestro enemigo es el diablo, y el quiere destruirnos de muchas formas, pero fiel es el Señor que nos cuida, y lo que tu vives querido hermano o hermana, no es solo a ti, todos somos hermanos en Cristo y padecemos las mismas adversidades aunque no lo sepamos, 1 Pedro 5.8-9 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.



Y es que en la vida cristiana corremos peligro de muerte a cada rato, porque no solo el diablo es enemigo nuestro, sino también el mundo y nuestra propia carne, y las tentaciones están a la hora del día, hay quienes dicen que cuando llegamos a los pies de Cristo, ya no padecemos tentaciones pero no, es cuando más se presentan, no olvidemos que el mismo satanás tentó varias veces a nuestro Señor Jesús, y que dice la Sagrada Escritura sobre la tentación, Santiago 1.12-18 Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;
sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.
Amados hermanos míos, no erréis.
Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.

Como dice esta palabra si vencemos la prueba de la tentación obtendremos la vida eterna, y si mis amados hermanos, la tentación que nos asecha cada día es parte elemental de los padecimientos como cristianos. Y entonces nos hacemos la pregunta que ronda nuestras cabezas, es necesario que el Señor nos haga pasar por distintas pruebas?, la respuesta es si, Apocalipsis 3.10 Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. Y cual seria entonces el motivo primordial de nuestros padecimientos? La respuesta es esta: 2 Corintios 1.5-6 Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación.
Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación y salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos.


Ahora bien, el tiempo de la prueba es dificil cuando lo vivimos pero el tiempo que disfrutaremos nuestro premio con el Señor es para siempre, Romanos 8.18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.

Y la fe mis amados hermanos es el vínculo que nos hace esperar en esas bendiciones que el Señor nos ha prometido, 1 Tesalonicenses 3.7 por ello, hermanos, en medio de toda nuestra necesidad y aflicción fuimos consolados de vosotros por medio de vuestra fe; y es que la fe no solo es un vínculo que nos hace esperar, sino que nos motiva a luchar por algo en lo que aun no vemos pero sabemos que recibiremos y solo debemos ser pacientes, porque al momento de la prueba nos parece que no llegará el consuelo pero la Palabra enseña, Santiago 1.2-4 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,
sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.

Romanos 5.3-4 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza…


Como bien sabemos, el Amado Señor sufrió tentaciones y estuvo sujeto a padecimientos,y de igual manera también los profetas que hablaron en el Nombre del Señor, Santiago 5.10 Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor.
He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo. De igual forma nosotros tambien debemos pasar por eso.

Entonces, como leímos en el primer versículo no nos sorprendamos de las pruebas que nos vienen, más bien sintamonos gozosos porque tales cosas vienen para perfeccionarnos y estar firmes para cosas más serias que están por venir. Porque somos soldados de Cristo, y no hay soldado que se haga fuerte sin haber peleado, las luchas y los padecimientos nos hacen más fuertes.

Y no olvidemos, Hechos 14.22 confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. No olvidemos esta palabra, Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. Muy claro dice esta pasaje, que nos queda hermanos, afirmemonos mucho más en el Señor y confiemos en El hasta el final. San Juan 16.33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

Ahora, que significa eso de padecer como cristianos? Bien claro dice esta palabra, 1 Pedro 4.15-16 Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello.

Padecer como cristiano es sufrir injustamente, tener tribulación, padecer persecución por ser diferente al mundo, por abrir mi corazón al Señor Jesús y no vivir en los deleites temporales del pecado de esta vida, como el justo Lot que habitaba en medio de esa ciudad de malvados, de cosas que nosotros vivimos hoy en día. Pero si alguno padece como ladrón u homicida por ejemplo, fiel es el Señor para perdonar si hay arrepentimiento, pero esos padecen por causa de sus pecados porque la ley del hombre castiga como igual se hace desde los cielos.

Eso es lo escribo como ejemplo porque cada uno de nosotros tenemos pruebas en diversas formas y muchas veces debemos enfrentarlas de forma individual, Gálatas 6.4-5 Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo respecto de sí mismo, y no en otro; porque cada uno llevará su propia carga.

Desde que nacemos la vida es fatigoza y de mucha aflicción, Job 5.6-9 Porque la aflicción no sale del polvo, Ni la molestia brota de la tierra. Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, Así el hombre nace para la aflicción. Ciertamente yo buscaría a Dios, Y encomendaría a él mi causa; El cual hace cosas grandes e inescrutables, Y maravillas sin número...
Pero el piadoso de Job nos manda a encomendar al Señor nuestra causa porque justo es El Señor para librarnos de la aflicción, y nuestro Señor es el único que es fortaleza y fuerza en el momento de la prueba, Jeremías 16.19 Oh Jehová, fortaleza mía y fuerza mía, y refugio mío en el tiempo de la aflicción, quiza caiga pero el Señor me levanta, Proverbio 24.16 Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; Mas los impíos caerán en el mal.

Hermanos, las cosas que padecemos, Cristo las sufrió y cosas peores pasó por amor a nosotros, Isaías 53.11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.


Hebreos 2.10 Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos.


Así que hermanos, nos desfallescan en lo que estén pasando, porque la prueba en su momento es para dolor, pero el Señor no tiene su enojo ni su ira para siempre, y las pruebas son temporales, Isaias 57:16 Porque no contenderé para siempre, ni para siempre me enojaré; pues decaería ante mí el espíritu, y las almas que yo he creado.


Cuando estamos en pruebas muy duras, la gente que no conoce del Señor y nos ve como los diferentes, como locos, como los que debemos ser tachados como malvados, se burlan de nuestros padecimientos o son indiferentes a lo que nos pasa, y es dificil hermanos porque en momentos de pruebas a veces nuestra propia familia nos abandona y se vuelve en nuestra contra.
Pero el Señor está ahí con nosotros, y nos da fuerzas, y es aquí amados hermanas y hermanos donde salen a relucir elementos primordiales, como estos: el confiar en el Señor hasta el último momento y no perder nunca la paciencia. Porque en momentos donde nuestras lágrimas inundan nuestro corazón y nuestras rodillas empiezan a flaquear por las oraciones constantes y súplicas y no hay pronta respuesta, el confiar en el Señor y tener paciencia son cosas vitales para mantenernos firmes. Hebreos 10.32-36 Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos; por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante.
Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos.
No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón;
porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.


No olvidemos hermanos, que el echo que estemos en diversas pruebas no es sinonimo de que estemos derrotados, como nos escribe el hermano Pablo, 2 Corintios 4.8 que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; porque el Señor está con nosotros.

Y hay muchos justos que mueren y nadie entiende, y dice porque este justo varón le aconteció esto, porque a esta piadosa mujer le fue de esta manera, u otros lo tienen en poco pero no entienden que es lo mejor, Isaías 57.1 Perece el justo, y no hay quien piense en ello; y los piadosos mueren, y no hay quien entienda que de delante de la aflicción es quitado el justo.

Cuando morimos, aunque en Cristo no morimos sino dormimos, descansamos de toda la aflicción que nos envuelve desde que nacemos y pasamos al reposo del Señor. Así que te digo hermana y hermano si pasas por una prueba de muerte física por parte de alguien amado y oraste y ese fue el resultado, alegremosnos porque un piadoso más o una fiel más ya está con el Señor. Y pidamole al Señor que el tiempo que nos quede de vida en la tierra seamos valientes para cumplir nuestra faena y recibir nuestro premio, como lo hicieron los santos profetas, las piadosas mujeres, los patriarcas, los apóstoles y todos los que logran llegar a esa ansiada meta.

Por eso hermanos, que el Señor tenga miscericordia de nosotros, porque hay muchos hermanos que se apartan de los caminos del Señor al no poder soportar las pruebas no tienen esa confianza en Dios y la paciencia que son indispensables para llegar al final, son como la semilla echada en la piedra, San Lucas 8.13 Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan.

San Marcos 4.17 pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan.

No debemos ser así, sino ser como la semilla en buena tierra que da fruto para vida eterna. No seamos como ellos sino más bien 2 Timoteo 4.5 Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio. Porque cuando estemos con el Señor que mejor palabra que nos diga esto el Señor: San Lucas 22.28 Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas.

Asi que somos bienaventurados si sufrimos, porque Eclesiastés 7.3 Mejor es el pesar que la risa; porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón.

Bendito sea el Señor Jesucristo, que nos manda a buscar el camino de la salvación, que nos aconseja día en día, noche en noche, que murió en una cruz por amor de nosotros, que siendo pecadores y provocandole en ira con nuestros pecados, no nos destruyó, Isaías 48.9-11 Por amor de mi nombre diferiré mi ira, y para alabanza mía la reprimiré para no destruirte. He aquí te he purificado, y no como a plata; te he escogido en horno de aflicción. Por mí, por amor de mí mismo lo haré, para que no sea amancillado mi nombre, y mi honra no la daré a otro. Más bien nos ama y quiere lo mejor para nosotros, cualquier prueba o aflicción no se compara con nada de lo que nos espera en bendición. Te alabo mi amado Señor Jesucristo porque por tu miscericordia estoy vivo y comparto este estudio con los que te aman y les gusta aprender de ti.

Hermano, hermana, testifica de lo que hace el Señor en tu vida, de los tantos testimonios que tienes que contar 1 Corintios 1.6 así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de las maravillas que el Señor ha echo en tu vida 2 Timoteo 1.8 Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios.

Tu varón, tu mujer que aun no haces un pacto con el Señor ahora es el tiempo, sabes que en el mundo sufres y tienes aflicción, ven a los pies de Cristo y sufre un poco para que recibas la corona de vida.

Ya saben amados lectores el tiempo es corto, luchemos, seamos valientes, porque si vencemos Dios nos tiene maravillosas recompensas, Apocalipsis 2.7 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.

Apocalipsis 2.11 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.

Apocalipsis 2:17 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.


Apocalipsis 2:26-28 Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones,
y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre;
y le daré la estrella de la mañana.


Apocalipsis 3:5 El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.


Apocalipsis 3:12 Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.

Apocalipsis 3:21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.


Dios los bendiga hermanos y que la paz del Señor Jesús sea en cada corazón.